Agenda Familiar 2020

Se trata de una agenda anual para el 2020, creada por dos terapeutas familiares, con contenidos educativos y psicológicos destinada a familias en general. Cada mes desarrolla un tema (apego, resiliencia familiar, acoso escolar, disciplina positiva, diversidad familiar, prevención del abuso sexual en la infancia…) desarrollado en un artículo, diferentes post semanales y una herramienta reflexiva y de autoconocimiento. Contamos con la colaboración de otros profesionales, entre ellos de Carlos Pitillas, Dr. en Psicología y coordinador del programa Primera Alianza: mejorando los vínculos tempranos de la Universidad Pontificia de Comillas.

La Agenda Familiar 2020 es la herramienta que organiza y aporta el aprendizaje, para que las familias puedan aprender a identificar las necesidades reales de los menores. En los 12 meses que componen el próximo año, se tratan 12 temas fundamentales que facilitarán la conexión familiar, favoreciendo sus dinámicas relacionales. Se fomenta el buentrato a la infancia y se pone el foco en el autocuidado y el propio trabajo personal a través de ágiles herramientas reflexivas.

Es un material destinado a familias en general, pero tiene mucho más valor si los contenidos se trabajan y desarrollan en grupos tipos escuelas de familias o grupos terapéuticos, así como para las intervenciones directas de los equipos profesionales de intervención psico-social. Por ello también la vamos a dar a conocer a profesionales.

Está disponible a la venta desde la web de la editorial en: https://autografia.es/product/agenda-familiar-2020/

Gestiona sus rabietas conociendo el cerebro del niño.

A pesar de las antiguas creencias en las que se afirmaba que el cerebro sólo se desarrollaba durante la infancia, actualmente sabemos que no es así. El cerebro es un órgano dúctil, el cual está en constante evolución hasta la vejez.

Por ello, nuestro papel como padres, madres o cuidadores es fundamental, ya que nuestros hijos/as desarrollan su cerebro integrando sus experiencias y la manera en la que nosotros nos relacionamos con ellas, con nuestras respuestas.

Basándonos en el libro de Siegel, “El cerebro del niño”

Habla de la diferencia entre Progreso y Supervivencia:

  • En nuestro día a día en nuestra paternidad/maternidad, estamos centrados en la Supervivencia, en evitar conflictos.
  • Siegel nos invita a vivir en el Progreso, en convertir ese espacio en aprendizaje y en lugar de centrarnos en que un hermano devuelva su juguete al otro (supervivencia), aprovechemos la oportunidad para tratar la importancia de compartir y su significado.

¿A qué se dedica cada hemisferio del cerebro?

Ambos hemisferios tienen funciones muy diferenciadas; mientras que el izquierdo se encarga de la lógica, la razón, el orden, lo líneal… el derecho es el encargado de la gestión emocional, la creatividad, el arte, la pasión… Nuestro objetivo como padres y madres, es colaborar y facilitar la integración de ambos hemisferios.

Por ejemplo, en el caso de las rabietas, cuando nuestros/as hijos/as son aun pequeños/as, estas crisis son únicamente de tipo emocional. Reaccionan de manera explosiva ante un límite, y lo hacen empujados por la intensidad de su hemisferio derecho. Por este motivo, no es útil aplicar la razón con ellos/as, estaríamos hablando “en idiomas diferentes”. Aconsejamos primero conectar con su emoción, activar también nuestro hemisferio derecho y sintonizar nuestra emoción con la suya, sostenerles, calmarles y acompañarles. De esta manera, es probable que consigamos calmar su ansiedad y sea más fácil apelar a su hemisferio izquierdo, capaz de escuchar y razonar. A medida que nuestros/as hijos/as vayan creciendo, será más fácil conectar con su hemisferio izquierdo, el cual estará más desarrollado y es posible que guíe alguna de sus rabietas, con la edad, más planificadas.

Es posible que en alguna ocasión, vivamos que nuestros/as hijos/as están sufriendo un estallido emocional el cual no son capaces de reconducir. En estos casos, es muy posible que sea la amígdala la que esté funcionando. La amígdala es una glándula que se encuentra en el cerebro y bloquea el camino de la integración, impidiendo el camino que comunica ambos hemisferios. En estos casos, recomendamos poner un espacio y un tiempo para la calma, facilitándoles salir de su estallido, pero respetando su propia necesidad emocional.

La narrativa es una estrategia muy útil para favorecer la integración de ambos hemisferios en nuestros/as hijos/as. El hecho de contarles lo sucedido, explicándoles cada paso, ayuda a que puedan integrar la historia y sean capaces de activar ambos hemisferios, funcionando de manera ordenada. ¡Os van a preguntar todo! y aunque la labor sea cansada, estaremos colaborando en gran medida para su sano desarrollo cerebral y por ello, para su salud mental.

Ante las temidas rabietas, Siegel nos propone su estrategia “Conecta y redirige”

La cual propone llevar a cabo en los siguientes pasos:

  • Sintonizar: entender y traducir qué tenemos delante; hemisferio izquierdo o derecho, ¿rabietas emocionales o planificadas?
  • Conectar: identificamos sus emociones y conectamos con ellas.
  • Redirigir: A través de la narrativa, conectamos con su hemisferio izquierdo, listo para escuchar y razonar.

Pensemos en nosotros/as mismos/as, cuando hay algo que nos preocupa o nos entristece, ¿necesitamos que alguien nos razone lo sucedido? ¿necesitamos que den valor a nuestra emoción? En general, para poder razonar, antes necesitamos sentirnos comprendidos, necesitamos sentir que la otra persona entiende nuestros sentimientos, para después poder racionalizarnos. No intentemos aplicar la lógica a una emoción en activo tampoco con nuestros peques.

Y para finalizar, no enfurezcáis, evitad las luchas de poder absolutamente inútiles, las cuales únicamente os distanciarán del entendimiento y mostrarán vuestra inseguridad ante la resolución del conflicto.

Esperamos que os haya servido de ayuda y que poco a poco, la labor de traducir y conectar con las emociones de los/as peques, vaya facilitando su integración cerebral.

Caja y libros de recuerdos

Guardaríamos cada instante de los que pasamos con nuestros peques si nos fuera posible. Ni nuestra memoria nos da para ello ni tenemos la posibilidad de guardar cada objeto. Para rememorar algunos de los momentos que hemos pasado con ellos y ellas, sobre todo en sus primeros días, meses o años de vida, tenemos las cajas y los libros de recuerdos.

¿En qué consiste una caja de recuerdos?

Simplemente buscaremos una caja en la que vamos a reunir aquellos objetos que nos recuerdan a sus primeros momentos. Se trata de guardar aquellas cosas que fueron sus primeras cosas, las más pequeñitas que nos evocarán el recuerdo de lo pequeños que eran cuando nacieron.

Os vamos a dar algunas ideas que podéis incorporar en vuestra caja de recuerdos;

  • Alguna de sus ecografías
  • La pulsera identificativa del hospital
  • Algunas primeras fotos
  • Las huellas de sus pies o manitas hechas con algún material moldeable o con pintura para dedos (existen kits para este cometido, libres de tóxicos y adecuados para la delicada piel de los bebés)
  • El periódico del día de su nacimiento (durante el embarazo podemos asignar esta tarea a algún familiar. Si se nos ha olvidado comprarlo hay algunos periódicos que venden a posteriori y bajo pedido sus periódicos)
  • Un mechoncito de su pelo
  • El informe de alta del hospital
  • Un pañal de muestra de la primera talla que utilizó
  • Su chupete, su cadenita o sujeta-chupete
  • Su dou-dou
  • La pinza de su ombligo
  • Sus primeros patucos o calcetines
  • Su primer pijama, body o “primera puesta”
  • Su arrullo (aquí necesitamos una caja más grande)

Para completar tenemos la posibilidad de añadir un libro de recuerdos. SE comercializan muchos para este fin, preciosos. Están prediseñados para ir narrando los distintos momentos  que pasamos durante el embarazo o durante sus primeros meses y años de infancia. Tienen espacios para ir registrando datos sobre fechas importantes, o peso del bebé, altura… y a qué meses consiguieron determinados hitos evolutivos. Si no te quieres complicar mucho esta es una buena opción (lo mismo ya te lo han regalado). Pero si no te gusta seguir un guión predeterminado, puedes optar por comprar un cuaderno bonito en blanco e ir completándolo con los datos que tú desees. Como tip te diremos que no esperes a hacerlo perfecto, simplemente hacerlo, porque si esperas a pasarlo a limpio o a tener el momento, lo más probable es que no lo hagas nunca. Mejor ir registrando lo que se te ocurra en el momento, sin ponerte la presión o expectativa de cómo debería ser o con qué frecuencia escribir.

Si tu bebé ya ha nacido o tiene varios años y esta idea no la has llevado a la práctica, nunca es tarde. Puedes hacer una recopilación posterior de sus primeras cosas y armarás su caja de recuerdos. Incluso lo podemos hacer junto a él o ella y estará encantado/a de disfrutar de ese momento, de que revivas esos recuerdos y le hables de esos momentos.

En psicología la narrativa de la historia es muy importante. El cómo nos narramos los recuerdos o los acontecimientos vividos determina la visión que tenemos sobre nosotros mismos o sobre nuestras vivencias. Ante un parto difícil puedes narrarlo desde la angustia o desde la superación de las dificultades. Tú decides cómo deseas enfrentarte a tus propios acontecimientos. Una forma de elaborar lo sucedido es precisamente ponerle palabras, escribir tus recuerdos o contarlo. Todo esto facilita la elaboración de aquellas dificultades que hayamos podido vivir.

¿Cuál es el objetivo de las cajas y de los libros de recuerdos?

Por un lado, el objetivo puede ser simplemente el guardar sus primeros objetos. Pero, en realidad, tiene un trasfondo mayor con una repercusión muy positiva para nuestros hijos e hijas. Cuando hemos hecho esta actividad (con ellos/as o no) les estamos dando varios mensajes; “nos importas mucho”, “te queremos desde el principio”, “eres una persona importante”, “queremos recordar lo felices que nos hiciste”, “vivimos momentos mágicos gracias a ti”, “nos encanta saborear el recuerdo”, “eres una persona digna de amor”

Son mensajes que, aunque no se digan así de forma verbal, les estamos transmitiendo a través de esta actuación. Que mis papás hayan dedicado este tiempo para mi, que lo hayan guardado durante años, que lo compartan conmigo o con amigos y familiares… es porque realmente les importo, soy una persona querida, deseada, cuidada, amada … Todo esto favorece su autoconcepto, la visión que tiene sobre sí mismo/a. Y aportamos una versión de su persona segura, confiada, amada y positiva.

Como seres humanos sociables que somos, necesitamos sentir que pertenecemos a un grupo. El primer grupo de referencia que tenemos y al que pertenecemos es nuestra familia. Sentir que realmente somos un miembro importante dentro de la familia, que somos queridos, respetados, que cuentan con nuestra opinión y nuestra colaboración favorecerá nuestro desarrollo. El amor y el cuidado que se recibe durante la infancia favorece al tipo de vínculo que creamos con nuestros padres o cuidadores y que va a influir en cómo nos vincularemos en las futuras relaciones sociales en las que estaremos inmersos. Así, un bebé querido, respetado, bien cuidado, con una estabilidad en la relación, tendrá unas relaciones basadas en el cuidado y el respeto.

Cuando un niño o una niña no ha recibido esta seguridad, cuando ha tenido ambivalencia en la relación o el sentimiento de pertenencia no se ha cuidado tanto, tiene más posibilidades de que, en la adolescencia, se una a un grupo de iguales que desarrollen conductas de riesgo. Cuando el autoconcepto es negativo o no se siente digno de amor, cualquier mirada es válida o suficiente. Así, cuando un niño/a no tiene arraigado el sentimiento de pertenencia en su familia tiene más posibilidades de juntarse con un grupo de iguales de riesgo.

Desde Educar con Felicidad os animamos a disfrutar de la realización de la caja y libros de recuerdos o, si ya la tenéis, a sacarla y compartirla con vuestros peques. No solo disfrutaréis al hacerla y revivirla, si no que les dais un mensaje muy potente de amor y cuidado.

Leticia López y Patricia de Calatrava
Terapeutas de Familia y de pareja  

Cómo crear un rincón de la calma en casa

Hoy nos gustaría mostrar la importancia de aprender a regular nuestras emociones en familia, algo que se puede llevar a cabo mediante la creación de un rincón de la calma en nuestro hogar. 

¿Qué es un rincón de la calma? 

Un rincón de la calma es un espacio de nuestra casa, que será destinado a sentir tranquilidad, desconexión, autocontrol… Un lugar donde seremos capaces de regularnos, disminuir la ansiedad que diferentes situaciones nos pueden provocar, reconducir nuestras emociones y sentir la calma para la que se destina este rincón. 

Para que sea de utilidad para todos los miembros de la familia, es muy importante que cada uno/a participe en su creación, aportando lo que crea necesario para conseguir su calma y convertir este rincón en un espacio de bienestar común. De esta manera, se transmite que todos/as necesitamos un rincón de la calma, donde gestionar nuestras emociones, independientemente de nuestra edad, algo que servirá de ejemplo y modelo para los/las más peques, e imitarán nuestro comportamiento. 

El ejemplo que mostramos, es una de las herramientas más potentes en la crianza.  

La existencia de este rincón en casa aporta gran seguridad para todos los miembros de la familia. En este espacio, seremos capaces de identificar nuestras emociones, regularlas y hacernos cargo de ellas. Por ello, el disfrute de este espacio debe interpretarse como algo positivo, lejos de “los rincones para pensar”, donde los/as menores suelen ser enviados como castigo. En este caso, el rincón de la calma es algo positivo, que nos proporciona emociones de bienestar y donde acudimos cuando lo necesitamos. 

La creación de vuestro rincón de la calma debe ser algo personal y adaptado a las necesidades de cada uno/a, pero os sugerimos algunas ideas que os pueden resultar útiles como: utilizarlo para leer, teniendo accesible algún libro que nos calme, música relajante, una taza de té/café… los/as peques pueden tener también algún libro para leer o pintar, como por ejemplo el cuento de “El monstruo de colores” y el muñeco de este cuento que representa a la calma. Sería recomendable que también incorporen su música, algún juego, plastilina, o cualquier otro juguete que les invite a centrar su atención en él. Es fundamental que, a pesar de guardar allí diferentes accesorios, se mantenga el orden, por ello os recomendamos incorporar alguna caja o cajonera que os facilite esta labor. El orden también nos transmite calma y hay que conservarla. 

Esperamos haberos ofrecido algunas ideas para la creación de vuestro rincón de la calma. Es posible que no funcione como os gustaría desde el principio, pero no olvidéis que crear un hábito implica un tiempo, y este rincón necesita también de ese tiempo en el que aprendamos a disfrutarlo y obtener el objetivo buscado. 

¡No te olvides de dejar tus comentarios más abajo! Estamos encantadas de leerte. 

Leticia López y Patricia de Calatrava
Terapeutas de Familia y de pareja  

¿Cómo dejar el chupete? claves para acompañarles en este proceso

Hoy os traemos algunas ideas para ayudar a nuestros hijos e hijas a dejar el chupete. Quizá ya hayas pensado que es un buen momento para que deje de usarlo, o te preocupe su dentición y los daños que le pueda provocar. Quizá te preocupa la adicción que parece que tiene al chupete o que, ya solo lo necesita puntualmente y quieres aprovechar para que lo deje del todo. Antes de dar el paso te ofrecemos unas reflexiones para que le acompañes en este proceso.

¿Qué significa el chupete para él/ella? 

Siempre vamos a tener en cuenta las necesidades de los niños, en este caso nos preguntaremos ¿qué necesidad cubre el chupete? Le ofrece consuelo, calma, le tranquiliza, le hace sentir seguro… Por ello lo piden sobre todo para dormir o cuando necesitan consuelo. 

Quitarlo en un proceso, no es conveniente retirarlo de un día a para otro.  

Primero ir acortando los tiempos, hasta llegar a usarlo solo para dormir, y solo si lo pide, algunos niños lo dejan de pedir y así se concluye su etapa de chupete. 

Mejor no tenerlo a la vista ni a su alcance. 

Cuando estemos en este proceso de retirada paulatina ofrecerle alternativas para su consuelo (nuestro abrazo, cogerle un ratito, que coja un peluche…) 

Decidir su retirada total cuando no coincida con otros momentos estresantes (nacimiento de un hermano, cambio de domicilio o inicio de curso) 

Durante el proceso le vamos a ir explicando que ya no es un bebé, y que ya no necesita chupete, que necesita otras cosas. 

Tenemos que entender que es un proceso de duelo, de gran pérdida que va a tener que elaborar 

Personalmente cuando me tocó enfrentarme a este proceso con mis peques, busqué información al respecto. Y no me convencían algunas propuestas como; impregnar la tetina con sabores desagradables, coserle un hilo, recortar poco a por la tetina “como si se desgastara”…me parecía que era poco respetuoso para el niño. Al final veía que todas esas propuestas eran “algo dado”, no se incorpora al niño  en el proceso de retirada sino que “sufre las consecuencias”. 

Otras sugerencias que encontré fueron; ofrecerle el chupete a los Reyes Magos o a otros personajes importantes pata el niño o niña. Me convencían más ya que le hacemos partícipe. 

La idea que me gustó más fue la que leí en un libro de la psicóloga Rosa Jové “La crianza feliz”, libro que os recomendamos. Y la idea era “pagar con el chupete un juguete que el niño desee”. Así que podemos ir con él o ella a una tienda, y dar la opción de un juguete que sabemos que le gusta o dejar elegir entre dos opciones limitadas. En nuestro caso inducimos el deseo, fuimos varias veces a una tienda y les dejamos elegir entre varios muñecos de tipo dou-dou, ya que queríamos algo blandito para dormir.  

Hay que estar seguros de que el niño ha entendido la negociación y que lo haga él mismo. 

Aunque todo este proceso haya ido bien, tenemos que tener en cuenta que los días posteriores van a ser difíciles, que está en proceso de duelo. Puede estar irritable porque lo echa de menos, o que tenga más dificultad para conciliar el sueño, o que tenga ratos de llorar de auténtica pena… Tendremos que tener una dosis extra de paciencia, así que hay que elegir también un buen momento para nosotros/as ya que vamos a tener que ofrecerle más consuelo y cariño.  

Esperamos haberte dado algunas ideas que te inspiren para este, a veces, difícil proceso. No nos olvidemos que, quizás, nos cuesta más a los papás y mamás dar el paso. Suelen sorprendernos con su capacidad de adaptación. 

¡No te olvides de dejar tus comentarios más abajo! Estamos encantadas de leerte. 

Leticia López y Patricia de Calatrava 
Terapeutas de Familia y de pareja